Las fiestas clandestinas, callejeras o “teteos” que se popularizaron durante la fase más severa de la pandemia del COVID-19 el pasado año, siguen efectuándose sin las más mínimas medidas de distanciamiento ni protocolar y en franco desafío a las autoridades irrespetando horarios, causando violencia, intranquilidad y desasosiego en familias del Gran Santo Domingo y otras zona. Aunque en el Distrito Nacional fue levantado el toque de queda desde el 9 de agosto y muchas discotecas abrieron sus puertas, en los barrios la gente sigue tomando y bailando en los llamados “colmadones” sin respetar el decreto 477-21, que entre otras cosas establece limita la venta de bebida alcohólica y ordena el uso de mascarilla en los lugares públicos. En muchos de los sectores populares del Gran Santo Domingo la vida nocturna se ha mantenido pese a la pandemia, solo los centros de diversión tenían sus puertas cerradas por disposición del Gobierno, pero de alguna manera la gente se la ingenia para “gozar la vida”, con fiesta en los parqueos, calles, en las viviendas. Las denuncias son constantes, se han reportado situaciones de intranquilidad para conciliar el sueño por los altos ruidos que producen las bocinas, sea en viviendas o las que utilizan los vehículos en las vías públicas. Se llenan de impotencia por la desconsideración de vecinos o extraños y la indiferencia de las autoridades, que en ocasiones hacen caso omiso a los reclamos de las familias. ¿Y para qué es que está el departamento de Antirruidos de este país?
La Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), localizó a la conductora de un vehículo que fue publicado en las redes sociales, transitando en vía contraria por la avenida 27 de Febrero. La conductora fue identificada como Leslie del Carmen Valerio Jiménez quien de inmediato fue llevada a la sección de Procedimientos de Accidentes de Tránsito de la DIGESETT y puesta a disposición del Ministerio Público, para los fines legales que establece la Ley de Tránsito 63-17. El director de DIGESETT, Ramón Antonio Guzmán Peralta, instruyó que se realizara a través de la División de Investigación de Accidentes de Tránsito, las pesquisas necesarias para la determinación de posibles accidentes y lesiones provocados por la conductora, según informaciones publicadas vía plataforma digital. Por su parte, la DIGESETT desvinculó del hecho publicado a la persona que figura como propietario del vehículo marca Ford Explorer color negro, ya que no es el actual dueño de este vehículo. Dixon Brito, quien figura como propietario del vehículo desde 2018 aclaró a la opinión pública que este ya no le pertenece, ya que había vendido ese vehículo en el año 2018 y al parecer el comprador no había realizado el traspaso.