Muchos son los grandes deportistas que han sido apoyados por sus progenitoras a lo largo de sus carreras y la verdad hay que decirlo, esas madres son indetenibles, pues crían a hijos disciplinados. Aquí te mencionaremos algunas:
La mujer detrás del crecimiento de Cristiano Ronaldo es Maria Dolores dos Santos Aveiro, su mamá. La difícil historia de la familia del crack portugués llevó a pensar a su madre en un aborto cuando supo de su embarazo, lo intentó pero fue infructuoso. En el parto el médico le aseguró que el bebé sería futbolista y le daría muchas alegrías, lo cual se cumplió.
Celia María Cuccittini es la madre de Lionel Messi, la mujer que se desprendió del joven crack que llegaba a La Masía tras el sueño de ser el mejor del mundo. Es uno de los motores de vida de la ‘Pulga’, que aprovecha sus vacaciones para compartir con ella y su familia.
Detrás del gran LeBron James está Gloria Marie James, su madre. Lo crió en medio de necesidades en los Estados Unidos, pero como bien dice el basquetbolista: «sin importar cualquier cosa que ella hizo o dejó de hacer, yo siempre supe que no había nada más importante en su vida que yo».
Para muchos, Arelis Reynoso es sólo la madre de la estrella de los Halcones de Atlanta, el dominicano Alfred “Al” Horford. Pero Reynoso también es periodista de profesión, carrera que su hijo mayor eligió, y aprendió a amar junto con ella. “Desde niño, Al siempre me acompañaba a cubrir los eventos propios de mi oficio, y cuando no estaba en la escuela iba conmigo al trabajo. Como le tocó presenciar lo difícil que es tratar con atletas para fines de entrevistas, pienso que eso lo fue preparando para su vida como atleta profesional”, dijo. Señaló que Al es respetuoso del trabajo de los periodistas, carrera que escogió para estudiar en la universidad, por lo tanto no ha tenido que intervenir en ese aspecto.
Es Día de las Madres en la República Dominicana, una ocasión que no pasa sin que David Ortiz sienta el dolor de la ausencia de su madre. Ángela Rosa Arias murió en un accidente automovilístico el primero de enero de 2002, a la edad de 46 años. Falleció casi al instante cuando el carro en el que viajaba chocó con un camión parqueado en la orilla de la pista. La imagen de ella ocupa un gigante tatuaje en sus bíceps. «Se acostumbró a disfrutar verme batear la pelota», él recordó una vez. «Todo por lo que ella se preocupaba era sobre cómo bateaba». Un 30 de mayo de 2005, Ortiz tuvo una actuación que seguramente habría traído muchas sonrisas al rostro de su madre, igualando su mejor producción de su carrera con cuatro hits, incluyendo dos jonrones, un batazo de dos carreras por el jardín derecho en la primera entrada y otro en el tercer capítulo por el jardín central.
Fue la ocasión número 13 en que Ortiz dispara dos jonrones en su carrera, 11 de ellas en su poco más de dos temporadas que lleva con el uniforme de los Medias Rojas. Se convirtió en el jugador 19 en volar la barda central en 30 años desde que el Yankee Stadium fue remodelado.
Y sí, dijo él, como siempre su madre estuvo en su mente. «Buen tiempo», dijo, añadiendo que llamó a una de sus tías en la mañana para desearle feliz Día de las Madres. «Antes me acostumbré a luchar mucho (la muerte de su madre) cuando pensaba en eso. Ahora simplemente pienso sobre los buenos tiempos que pasamos. Sé que ella está en un mejor lugar. Tengo que mantener mi familia unida».