El reloj utiliza un sensor de pulsaciones para monitorizar las variaciones y ofrecernos un cálculo de la cantidad de estrés que tenemos en el cuerpo en ese momento. La idea es buena y el dispositivo bastante sencillo. Nada de notificaciones de correos o mensajes, simplemente nos da una valoración del uno al diez con nuestro nivel de estrés. Una forma muy visual y clara de saber cómo estamos en cada momento para actuar de forma correcta y no disgustarnos más cuando algo nos afecta.
Estéticamente tiene un cuerpo metálico y una correa que por el tipo de ancho que tiene debe ser universal. La pantalla es muy básica, lo que nos hace pensar que nos ofrecerá mucha autonomía. Además de señalarnos el estrés, también sirve como cuantificador para saber cuántos pasos damos cada día y las calorías que quemamos.