El presidente Barack Obama afirmó que «nada podrá rompernos», en un mensaje claro de firmeza durante la ceremonia solemne y sobria de inauguración del museo sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001. Las casi 3.000 víctimas de los atentados son las auténticas protagonistas del museo, y Obama destacó que la instalación mantiene viva su memoria para la posteridad.
Obama afirmó que visitar el edificio «es una experiencia profunda y conmovedora» que permite conocer y recordar a los fallecidos en los peores atentados terroristas de la historia. «Aquí contamos su historia para que las generaciones por venir nunca los olviden», afirmó el presidente, quien evocó cómo el museo expone detalles personales, como un anillo de boda o un casco de bombero, para acercarnos a ellos. En el museo se muestran fotografías de cada una de las víctimas, así como objetos y detalles de su vida.