El jefe de la policía de Miami Beach, Raymond Martínez, defendió la actuación de los agentes que detuvieron en la madrugada del 23 de enero al cantante canadiense Justin Bieber. Justin Bieber fue arrestado y conducido al Departamento de la Policía de Miami Beach, donde se le presentaron cargos por consumo de sustancias tóxicas, exceso de velocidad y resistencia a la autoridad sin violencia.
Sin embargo, tras el arresto de Bieber se comprobó que el sistema GPS del vehículo alquilado que conducía, un Lamborghini, indicaba que la velocidad no era excesiva y que el nivel de alcohol en la sangre del artista canadiense en el momento de su detención se encontraba por debajo del límite legal de Florida, que es de 0,08 %. Por otro lado, el examen toxicológico que se le practicó al joven tras su arresto confirmó que ingirió marihuana y el antidepresivo Xanax (Alprazolam), lo cual concuerda con las declaraciones que ofreció a la Policía cuando fue detenido.