El presidente estadounidense, Barack Obama, ha anunciado hoy medidas que aprobará por decreto para endurecer el control de acceso a las armas de fuego, entre ellas la prohibición de comercializar armas de asalto. Entre esas «órdenes ejecutivas», que no necesitan pasar por el Congreso, anunciadas por Obama figuran también la exigencia de comprobación de antecedentes penales para todas las ventas y aumentar la cobertura médica en salud mental.
El objetivo de esta iniciativa es prevenir futuras tragedias como la ocurrida el pasado 14 de diciembre en una escuela primaria en Newtown (Connecticut). Además, Obama restringirá el acceso a los cargadores de alta capacidad y eliminará las balas perforadoras, e instará a que los estados compartan a nivel federal sus bases de datos sobre antecedentes criminales. El plan reforzará la seguridad en las escuelas y colegios, ofrecerá fondos para la contratación de un millar de consejeros pedagógicos y psicológicos y la puesta al día de programas de emergencia.