La ONU solicitó hoy a sus donantes 169 millones de dólares para poder prestar ayuda humanitaria durante el próximo año a unas 817,000 personas en Haití, que todavía padecen las consecuencias del terremoto que asoló la isla en 2010. Desde el desastre, el 85% de la población desplazada ha abandonado los campos, pero todavía unas 145,000 vivirán en esos asentamientos durante 2014, indicó hoy en Ginebra el representante adjunto de la ONU para Haití, Peter de Clercq.
«Son sobre todo mujeres y niños, para los que no hay alternativas, no tienen donde ir. Viven en tiendas de campaña y comparten una letrina entre cincuenta personas», ilustró. Mucha de esta gente que reside todavía en campos, vive bajo el riesgo de ser desalojados, ya que, según explicó De Clercq, muchos de estos asentamientos se ubican en propiedades privadas. Uno de los mayores problemas de estos campos es la falta de acceso a agua y saneamiento, situación que propició y agravó la epidemia de cólera que saltó en octubre de 2011, que de momento ha afectado ya a unas 700,000 personas y se ha cobrado la vida de 8,500.