Intel lleva cierto tiempo paseando por distintas ferias una curiosa máquina de vending (las maquinas que se utilizan en establecimientos y te dan sodas entre otras cosas) equipada con procesadores de la casa y una pantalla OLED transparente. La última que fue presentada, en el Computex del año pasado, la pantalla de 60 pulgadas de esta peculiar máquina ya mostraba vídeos e incorporaba un soporte táctil sobre el que el usuario podía elegir distintas bebidas refrescantes como si manejara un tablet gigante. Ahora, Intel y Okaya ELectronics, compañía fabricante de la nueva máquina, han mostrado una versión cuya principal novedad es un sistema de reconocimiento facial que va acercando el arte del vending a lo que se veía en la película Minority Report.
La máquina es capaz de lo que se conoce como reconocimiento biométrico anónimo. En otras palabras, no sabe quiénes somos pero sí puede estimar si somos hombre o mujer, así como una edad aproximada. Mediante este escaneo, la máquina puede activarse cuando detecta una persona, examinándola para adaptar la oferta según los estándares predeterminados que la compañía establezca para distintas edades o grupos de consumo. Poco a poco, estás máquinas van colándose en algunas ciudades y todo parece indicar que las pantallas transparentes formarán parte de muchas tiendas con el tiempo.