Las precariedades que el Presidente Danilo Medina, observó ayer en el hospital Doctor Darío Contreras fueron las mismas que hace un mes provocaron la renuncia del director de ese centro de salud, doctor Héctor Quezada. El Darío Contreras, el principal centro especializado en traumatología del país, es sumamente pequeño para las 60 mil personas que atiende de emergencia cada año, muchas de las cuales no disponen ni siquiera de recursos para pagar una radiografía.
Debido a esa situación es que los pacientes antes de ser intervenidos deben esperar en los pasillos, tirados sobre cartones en el piso, en camillas y en atiborradas salas que parecen exhibidores de un museo natural.