El presidente francés, Nicolas Sarkozy, habló hoy de la «felicidad que están viviendo» tras el nacimiento ayer de su hija, y dejó claro que se trata de una cuestión «privada». Sarkozy dijo que su mujer, Carla Bruni, y la niña están «muy bien» y que «todos los padres pueden entender nuestra muy profunda alegría»,
Respecto al nombre del bebé, Sarkozy se limitó a indicar que hay que «dejar a la madre» que sea la que lo comunique. La llegada al mundo de la hija de Sarkozy se ha producido con una discreción reclamada en particular por la madre, quien ha avisado de que no piensa mostrar ninguna imagen.
La madre ha consultado con un abogado especialista en el derecho a la imagen para advertir de que tiene intención de acudir a los tribunales si no se respeta su voluntad de no exponer al bebé al examen público