El director estadounidense Francis Ford Coppola tuvo que luchar hoy para contener las lágrimas cuando se refirió a su hijo Gian-Carlo, fallecido en un accidente en 1986, y reconocer que se sentía responsable de su muerte.Durante la presentación de su más reciente película, «Twixt», en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), Coppola dijo que esta cinta le permitió darse cuenta que «todo padre siente que es responsable por lo que puede pasar a sus hijos».
«No me di cuenta de cuánto me sentía responsable personalmente por lo que pasó hace 24 años. Debería haber estado allí. Y no sabía…», dijo Coppola conteniendo las lágrimas. Gian-Carlo resultó decapitado cuando la lancha motora en la que viajaba, y que era pilotada por el actor Griffin O’Neal, intentó pasar por entre dos embarcaciones que estaban unidas por un cable.
«Era el momento de enfrentarme al hecho de que en lo profundo de mi corazón me sentí responsable. Porque podía haber ido. Él quería que fuese», reveló un emotivo Coppola. «Pienso que los padres, no importa lo que pase, se sentirán responsables. En mi caso me sentí realmente responsable», terminó señalando.