Antonio Banderas estrena este viernes en EEUU «La piel que habito», la primera producción española que protagoniza desde «Two Much», hace 16 años, y que es también el reencuentro artístico con Pedro Almodóvar, con quien trabajar supone es «un acto de fe». «Pedro tiene agallas para seguir experimentando y proponiendo mundos nuevos, que al final es lo que me interesa», dijo el actor. Dice estar encantado de haberse metido en el barro hasta arriba con Pedro, y de crear un monstruo absolutamente apasionante.
El monstruo al que se refiere es el de su personaje en «La piel que habito», el psicópata Robert Legrand, un médico obsesionado con la muerte de su mujer, a la que no pudo salvar de un incendio. La película, un «thriller» futurista de terror con toques de humor puramente «almodovarianos», cuenta la historia de Vera (Elena Anaya), una bellísima criatura creada por Legrand que vive encerrada y observada, y cuyo único objetivo es fugarse.
La actuación de Banderas es de una gran contención, algo con lo que no esperaba encontrarse el intérprete a la hora de preparar el papel. «El personaje debía ser una pantalla en blanco donde el público depositara sus miedos», afirmó el actor.