La NASA reinventa la rueda con un nuevo tipo de material que no se desgasta nunca. El primer vehículo espacial, Moon Walker, utilizó en 1970 ocho ruedas de malla de alambre rígido con radios tipo bicicleta y tacos metálicos para la tracción. Tras décadas de reajustes, hoy contamos con el diseño más perfecto jamás diseñado de una rueda para explorar la superficie de cuerpos como la Luna o Marte. Nunca sufrirá un pinchazo. Tampoco es necesario cambiarla cada cierto tiempo. Y, además, es el material más elástico del mundo. El secreto es el titanio con memoria de forma, Una nueva aleación de níquel y titanio. Tiene la capacidad de agarre y tracción similar al del neumático tradicional, pero no se hunde en terrenos arenosos. Pese a su aspecto, aparentemente frágil, puede soportar altas cargas mientras se ajusta perfectamente al terreno.
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