Apple ha divulgado que esperan una pérdida de 9 mil millones de dólares en ingresos debido a la poca demanda del nuevo iPhone, y ya saben a quién culpar: al hecho de que cada vez más personas reemplazan sus baterías en lugar de comprar un nuevo dispositivo.
En la carta enviada por el CEO Tim Cook a los inversores indican que ofrecieron reducir la tarifa de reemplazo de la batería de 79 a 29 dólares para disculparse por los problemas existentes con algunos modelos más antiguos. Esta reducción de tarifa hizo que miles de personas decidieron realizar el cambio, obteniendo así un teléfono prácticamente nuevo por menos de 30 dólares. Ahora que las baterías del iPhone son más baratas y fáciles de reemplazar, menos personas están buscando nuevos iPhones, es más difícil justificar un pago de más de 1000 dólares, y hay más opciones para ampliar la vida del dispositivo anterior. Este año ha sido el año en el que los usuarios del iPhone han descubierto nuevas formas de reducir los problemas de calidad de vida de los iPhones antiguos, y eso se refleja en las ventas de los últimos modelos.