Tránsito y Circo 03-08-2018

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Una situación de intranquilidad se ha presentado desde la media mañana de este jueves en la Maternidad de la Altagracia, tras la rotura de una tubería que provocó el desplome de plafones del segundo piso, lo que afectó las labores del área tocoquirúgico, que es la única que funciona de este centro hospitalario que está en remodelación.

La rotura se produjo en momentos en que un obrero realizaba trabajos en el área, y los plafones cayeron sobre una doctora residente sin provocarle daños pero generando gran intranquilidad en el personal. Esta área afectada fue entregada provisionalmente hace siete meses por la Oficina Supervisora de Obras del Estado (OISOE). El incidente provocó que al centro acudieran el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Wilson Roa, así como la doctora Noldis Naut, del Servicio Nacional de Salud, quienes se reunieron con la directora del hospital, Joselyn Sánchez.

 

El socavón que se formó hace varias semanas en la calle Arzobispo Meriño casi esquina Presidente Billini está siendo intervenido por ingenieros y técnicos del cabildo del Distrito Nacional y del Ministerio de Obras Públicas con rigurosidad para evitar nuevos hundimientos.

El ingeniero Pérez Sánchez, encargado de los trabajos, dijo que están limpiando toda la parte afectada, mientras se hacen estudios profundos sobre el problema. Indicó que inicialmente el derrumbe fue por la arcilla que se diluyó con el agua, pero que al continuar los trabajos se han dado cuenta de que existen otros problemas. “Lo primero es resolver el problema del drenaje, limpiar desde la desembocadura, las piedras y materiales que se han sacado de la alcantarilla al diluirse la arcilla, todas esas piedras sueltas la escorrentía se la llevó”, explicó. Informó que cuando los obreros entraron en la alcantarilla cayó una piedra por lo que se necesita refundar toda la parte del registro con materiales y varillas con mayor grosor que la que se usó cuando el lugar fue intervenido en otra ocasión.

 

Moradores del barrio La Esperanza, en Palmarejito, Los Alcarrizos, demandaron la solución al problema de la contaminación por agua residual que desborda la cañada de la zona y penetra hasta las viviendas.

Marcelina Germán, presidenta de la Junta de Vecinos La Esperanza, dijo que enviaron una carta al presidente Danilo Medina solicitándole su intervención debido a que han tocado muchas puertas y en ninguna atienden el problema. Informó que no solo tienen problemas con la insalubridad por la cañada, sino que tampoco cuentan con calles ni aceras porque las “autoridades municipales no se interesan por atender los males de esa comunidad, pese a la insistencia”. Indicó que en febrero de este año enviaron una carta al director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo, al cabildo y al Ministerio de Obras Públicas exponiéndole los problemas que causa a la salud las aguas residuales en la zona, pero no han tenido respuesta. “El problema mayor radica en que hace falta la construcción de un sistema de alcantarillado cloacal y pluvial por el derrame de agua pestilente que brota de los sépticos, ya que muchas de las casas tienen tuberías que descargan en la cañada, lo que causa un olor pestilente de manera permanente”, indico la dirigente comunitaria.

 

 

Aunque la Dirección General de Contrataciones Públicas suspendió el año pasado el Registro de Proveedor del Estado (RPE) a la constructora Norberto Odebrecht, esta empresa ejecuta siete proyectos de construcciones de infraestructuras en el país.

Se trata de obras de rehabilitacion y construcción de vías y carreteras, puertos y un acueducto, ubicados en Santiago, Santo Domingo, Peravia, San José de Ocoa, Espaillat, Samaná y Sabana de la Mar, informó la propia constructora. Además de las plantas a carbón de Punta Catalina, la empresa brasileña acusada de pagar US$ 92 millones en sobornos para ser favorecida con contratos de obras del Estado, Odebrecht construye la Ecovía de Santiago, el acueducto Hermanas Mirabal, la carretera Cibao-Sur, el Corredor Duarte II y los puertos de Samaná y Sabana de la Mar. Las obras están avanzadas entre un 60 y un 95 %, según el documento remitido por Odebrecht.Lo que no se sabe es cuándo finalizarán, porque Gonzalo Castillo, ministro de Obras  Públicas, comunicó en enero pasado que todos esos proyectos estaban paralizados por la suspensión del Registro de Odecbrecht, acreditación necesaria para realizar transacciones con el gobierno.

 

La ciudad de Santo Domingo ha registrado un crecimiento vertical en los últimos años, sin someterse a un plan de ordenamiento urbano que conlleve drenaje pluvial, lo cual ha generado que, cuando llueve, muchas zonas de la ciudad se inundan, debido que el 65 % no tiene drenaje pluvial, lo que conllevaría una gran inversión.

Solo un 35 por ciento de los barrios cuenta con su drenaje, concentrado mayormente en las circunscripciones 1 y 2 del Distrito Nacional. El regidor Waldys Tavera, del Ayuntamiento del Distrito Nacional, expresó preocupación porque muchos colectores (cuya función es recoger las aguas de las alcantarillas y conducirlas a los colectores principales o imbornales) han desaparecido por las construcciones. Detalló que en el Gran Santo Domingo existe un poco de drenaje en el ensache Ozama, del municipio Santo Domingo Este. El municipio Santo Domingo Norte carece casi en su totalidad de drenaje. Quedando un 35 por ciento solo en el Distrito Nacional. “Solo tienen drenaje los barrios que hizo Trujillo y los de la Zona Colonial, que son de la época de la colonia.

En el desagüe pluvial de más de un millón de metros de vías lineales existentes, que comprende el Distrito Nacional, solo hay 687 imbornales para recibir las aguas, luego pasan a las alcantarillas, que son las infraestructuras para drenar la ciudad a nivel de ingeniería sanitaria.

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