Después de firmar un contrato astronómico con Sony de 116 millones y coronarse como la artista británica mejor pagada, Adele se ha gastado 8,5 millones en una mansión de Beverly Hills (California) de más de 600 metros cuadrados. El inmueble está situado en una comunidad exclusiva de la que también son vecinos los actores Ashton Kutcher, Mila Kunis, Cameron Diaz y Jennifer Lawrence. La cantante de Hello firmó el acuerdo de compra —secreto, hasta ahora— el mes pasado y consiguió la casa por 300.000 menos de lo que estaba valorada. Su futuro hogar tiene cuatro dormitorios, seis baños, una piscina e incluso una casa en un árbol. Según las fotos publicadas por el tabloide británico Daily Mail, la mansión tiene también un salón-comedor y una cocina americana con una isla.