Los residentes dominicanos en Puerto Rico están disgustados por la aprobación del impuesto del dos por ciento a las remesas que entró en vigor el domingo y anticipan que la comunidad inmigrante en la Isla tendrá que ingeniárselas para poder enviar dinero a sus familiares. En un principio se había estipulado un aumento de un cinco por ciento, pero hace tres meses el Proyecto 2191 de la Cámara de Representantes aprobó dos por ciento menor a todo tipo de transacciones de cheques, giros, fax, entre otros.
“Nos dieron una caramelo envenenado al 1 millón de inmigrantes que residen en Puerto Rico y no solo afecta a los que viven en República Dominicana, sino a los que viven en España, Nueva York, entre otros”, expresó Francisco Ramírez, quien es presidente de la Alianza Dominicana. Según Ramírez, afectará demasiado a la comunidad de trabajadores dominicanos porque los que enviaban $100, ahora enviaran $90 por el impuesto. También, añadió que “soy ingeniero desarrollador y mi condición económica no es la misma que los demás compueblanos y para nuestros trabajadores será mucho más difícil poder enviar un dinerito a nuestros familiares”.