El bachatero Anthony Santos denunció que más de una docena de fiscales y casi 200 efectivos policiales irrumpieron en una fiesta que amenizaba el pasado sábado en el centro típico El Viajero, situado en la Autopista 6 de Noviembre, lo que atribuyó a un plan para dañar su imagen como artista. Mediante un comunicado de prensa, el cantante manifestó que «ni en los casos de captura de los más peligrosos antisociales de nuestro país, se recuerda un precedente en el que las autoridades hayan actuado como lo hicieron esa noche, escudadas en el argumento infantil de que todo era parte de un operativo preventivo».
Santos sostuvo que «salvo prueba contraria, no fue más que una componenda en la que autoridades se convirtieron en brazo ejecutor de una patraña, ideada por personas influyentes de nuestro país, cuyo único fin es el de hacer daño a nuestra carrera intachable de casi 26 años en la música, para doblegarnos mediante el uso de la presión y el chantaje». Pidió a las autoridades competentes disponer de una investigación sobre el suceso del sábado, «que dé al traste con los reales ideólogos» e informó que su equipo legal estudia la forma en que procederá «contra aquellos cuya responsabilidad está comprometida en los hechos en cuestión».