Convencido a golpe de críticas y de polémicas de que en ocasiones es más rentable callar que hablar demasiado, hace tiempo que Alejandro Sanz ha optado por el silencio, esperando ese día en que vuelva la armonía y todas las opiniones sean escuchadas. «Procuro medir las palabras, porque al final no quiero formar parte del ruido. Prefiero formar parte del silencio porque me parece que en el silencio se construyen muchas más cosas que en el ruido», confesó a Efe en una entrevista telefónica.
En un tiempo en que «cualquier cosa vale para distraerse» y las frases se sacan de contexto y se multiplican, el artista español se ha dado cuenta de que ese ruido que hoy reina «no sirve para nada», excepto para causar dolor.