Yosef Abramowitz, pionero en la implementación del sistema de energía solar en Israel, donde se destaca como el más importante desarrollador en este tipo de energía alternativa, considera como una mala decisión y retroceso, el uso del carbón para producir energía.
Su planteamiento lo hizo ayer en una conferencia que ofreció en el país, y coincide con el proceso de licitación para la instalación de dos plantas a carbón que mantiene abierto el Gobierno, para producir unos 600 megavatios. El especialista, ha sido nominado tres veces al premio Nobel de la Paz, por sus aportes al desarrollo de la energía solar, habla de la necesidad de dejar atrás los derivados del combustible fósil y el carbón, por considerarlos costosos, sucios, y pone como ejemplo el calentamiento global. «La idea con la energía es proteger vida, y a lo que aspiro es a poder ayudar a evitar que se tomen decisiones equivocadas con el uso del carbón que es perjudicial para la salud».