Q-bear es el nombre de este dispositivo, que se puede colgar en las barandas de la cuna o en el coche para oír el llanto del menor y a través de un parlante indicar a los padres qué está sucediendo. Esta herramienta usa tecnología patentada y aprende gracias a su inteligencia artificial, por lo que sugieren que entre más se utilice se recolectarán más datos y los resultados serán más precisos. El dispositivo es capaz de analizar cuatro situaciones por las que el bebé estaría llorando: hambre, pañal sucio, sueño e incomodidad. La traducción tarda 10 segundos y se alerta a los padres con una notificación al dispositivo móvil.
Además de contar lo que el niño está sintiendo en ese momento, el producto puede registrar detalles de la salud del menor, detectar qué tan dormido o cómodo se encuentra y reproducir música relajante. Por ejemplo, el Q-Bear tiene la opción de poner una canción de cuna o también el sonido que escucharía en el útero, que es muy similar al ruido blanco. Los padres también pueden cargar allí un audiolibro o canciones con sus propias voces para que el niño las identifique y se pueda calmar con mayor facilidad.