La actriz Salma Hayek ha revelado su mala experiencia con el coronavirus. La actriz mexicana de 54 años se contagió a principios de la pandemia, en marzo del 2020, y la cosa se complicó tanto que hasta temió por su vida. La actriz estuvo aislada durante 7 semanas en una habitación de su casa en Londres, la cual comparte con su esposo, el millonario francés François-Henri Pinault y la hija de ambos, Valentina Paloma, de 13 años. Durante todo ese tiempo sus síntomas fueron críticos por lo que tuvo que estar conectada a un tanque de oxígeno, pues no podía respirar correctamente. “Mi médico me suplicó que fuera al hospital porque estaba muy mal. Dije ‘no, gracias, prefiero morirme en casa’”, ha confesado Hayek. La actriz no ha precisado los meses en que estuvo contagiada, pero la recuperación ha sido muy lenta. Tanto que ahora, cuando ha pasado más de un año, asegura que todavía no ha recuperado toda la energía que tenía antes de contagiarse. Salma asegura que todavía se siente fatigada y nota que le falta energía.