Ésa es la propuesta que llega de la mano de Pininfarina, una empresa italiana que creó icónicos diseños para marcas de automóviles como Ferrari, Cadillac o Jaguar entre otras. Las exclusivas lapiceras (también llamados lapiceros, esferos o plumas en gran parte de Latinoamérica, lápiz pasta en Chile, o «boli» en España) cuentan con una punta Ethergraf, compuesta de una aleación de metales, patentada, que no utiliza tinta para escribir. Los trazos ocurren por un proceso de oxidación que se da por el contacto de la punta con el papel. Ethergraf perfeccionó el proceso que empleaba, hace más de 500 años, Leonardo Da Vinci, artista del renacimiento, que popularizó la técnica de «silverpoint» (punta de plata). Con una pluma de mango de hueso y punta de plata hacía bocetos y dibujos en un papel que requería de un tratamiento químico para que se produjera la oxidación, dejando un trazo que no se podía borrar. En este caso se recuperó ese concepto de la oxidación, mediante el uso de la punta Ethergraf, desarrollada con tecnología de avanzada, que permite que el papel no requiera de un tratamiento especial. Escribe en casi todo tipo de papel. El resultado es un bolígrafo que realiza trazos precisos, sin tinta y de color grafito, como si fuese un lápiz, y que no se borran. La punta Ethergraf dura, según sus creadores, «toda la vida».
Presentan un bolígrafo que dura toda la vida y escribe sin tinta
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