El comentario hecho en diciembre del año pasado por el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez en el que expresó que el embajador de Estados Unidos en Santo Domingo, James Brewster, debería ocuparse de su casa “como esposa que es de un señor”, motivó al Departamento de Estado de los Estados Unidos a presentar una queja ante el Vaticano. Así lo afirma un artículo publicado hoy en el periódico The New York Times, titulado “Orgullo gay y prejuicio en la República Dominicana”, de la autoría del periodista colombiano Ernesto Londoño, que trata sobre las críticas que han enfrentado el embajador Brewster y su esposo Bob Satawake al ofrecer un servicio diplomático en un país donde han encontrado oposición por ser activistas y abiertamente homosexuales.
“Si usted mantiene su vida privada detrás de las paredes de su Embajada, va a estar bien aquí”, habría dicho el Nuncio Jude Thaddeus Okolo a Brewster al poco tiempo de haber asumido el puesto de embajador de la República Dominicana en noviembre de 2013, según la publicación. Además, Monseñor Pablo Cenado, otro líder de la Iglesia Católica, predijo -según el texto- que los dominicanos harían que Brewster se sintiera miserable y no duraría mucho en el cargo. El artículo cuestiona que la administración del presidente Danilo Medina guarde silencio ante la controversia. Considera esto como un “gran error” para un país que depende fuertemente del comercio y el turismo desde los Estados Unidos. El artículo concluye indicando que Brewster y Satawake consideran que el apoyo que han recibido de los dominicanos comunes es mucho mayor que los insultos, y que recientemente un joven, un tanto avergonzado, se le acercó al embajador y le dijo: “No tengo palabras para agradecerle el estar aquí y darme a mi y a mi pareja esperanza para luchar y permanecer juntos”.