Tras una baja sostenida de los prisioneros en cárceles suecas, el gobierno de ese país decidió cerrar cuatro centros de reclusión y uno de rehabilitación. “Hemos visto un declive extraordinario del número de delincuentes”, dijo el jefe de Servicios Penitenciarios sueco, Nils Oberg, y agregó: “Ahora tenemos la oportunidad de cerrar parte de esa estructura que en este momento no necesitamos”.
De acuerdo a la prensa internacional el número de presos en Suecia se redujo un 1% el año 2014, aunque ya se había registrado una baja del 6% entre el 2011 y 2012. Las cárceles que fueron cerradas son Aby, Haja, Barshagen y Kristianstad.