El One World Trade Center de Nueva York, el edificio más alto de Estados Unidos, abrió el lunes las puertas a sus primeros inquilinos, empleados del grupo editorial Condé Nast, en un simbólico momento para la zona donde tuvieron lugar los atentados del 11 de septiembre de 2001. Unos 175 personas con cargos directivos en la editorial que publica revistas como New Yorker y Vanity Fair comenzaron a ingresar desde temprano por la puerta del edificio sobre Vessey Street, a metros del Memorial y Museo erigido donde se levantaban las Torres Gemelas derrumbadas en los ataques que dejaron unos 3.000 muertos.
“Algunos están nerviosos, otros están entusiasmados de mudarse al sur de la ciudad y empezar una transformación de la compañía, ayudar a revitalizar esta parte de Manhattan”, dijo John Duffy, director de políticas y control de Condé Nast, al llegar a las oficinas.