La vida del rapero Julio Voltio ha sufrido una transformación radical desde el pasado 8 de enero. Asegura dejó de tomar alcohol, de fumar, de decir palabras soeces, no tiene estrés y hasta ni ve boxeo para apartarse de la violencia. Todo porque se convirtió al cristianismo, razón por la cual también se retirará de la música en noviembre cuando vencen sus contratos artísticos. “He cambiado, me siento bien y más en paz con mi familia. Dios ha transformado mi vida porque nunca esperaba poder hacerlo con mis propias fuerzas. Me siento bendecido”, expresó. Su vida y sus tropiezos aseguró que el pueblo los conoce: usó drogas y fue preso por posesión de armas de fuego.
“Hice de todo. Era un mundo que uno vive sin razón. Dios cogió todos mis pecados y los echó al fondo del mar. Quiero llevar una vida sana y dedicar tiempo a mi familia porque esta carrera musical es bien sacrificada, es un futuro incierto porque tienes que abandonar a tus seres queridos. Y quién sabe si hasta uno se muere en el camino, mira lo que pasó con Andy (Montañez) que pudo haber muerto en el accidente en Colombia. La vez que murió mi papá tuve que salir a cantar porque me podían demandar. No estoy ya para esto, Cristo me ha llamado tantas veces y siento que esta puede ser la última”, manifestó el también padre de tres niñas, dos de 9 años y una de 11.