No vuelvo más a Altos de Chavón. Al menos hasta que termine la epidemia de robos que afecta ese lugar de espectáculos. De un tiempo a esta parte, en cada concierto que allí ocurre, se suscitan múltiples robos realizados por carteristas. Antes esto no ocurría. Hará a lo máximo 6 u 8 conciertos para atrás que se hace sentir esta ola.
El sábado pasado en la noche, durante el concierto de Pitbull, en VIP, el carterismo organizado le dio en la madre a varias personas, incluyendo a este redactor, con el único consuelo de que el mismísimo Alfie Fanjul también fue uno de los afectados. El daño que estos hechos le hacen a Casa de Campo y a Altos de Chavón, internacionalmente, es enorme. Y es hora ya de que esta situación termine.
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