Casi diez años lleva soñando la artista Claire Newton con hacer la foto más larga del mundo y estar incluida en el libro de Guinness de los Récord. La macroimagen, que se exhibirá con motivo de los Juegos Olímpicos en Londres, se obtuvo durante los últimos dieciocho meses, en los que ella ha dedicado todo su tiempo (desde las 07:30 de la mañana hasta la 1.00 de la madrugada) a tomar cientos de miles de instantáneas con las que compondrá una imagen de grandes dimensiones a color, de un kilómetro de largo por dos metros de alto, con la que espera batir el récord actual.
En el proyecto, denominado «Jump 4 London» (Salta por Londres), Newton ha invertido además todos sus ahorros y su fondo de pensiones, y hasta el momento ha conseguido retratar a más de cinco mil personas, congeladas en el aire en medio de un salto.
«Como artista, hacerles saltar suponía un reto. Era el momento más espontáneo. Al saltar se relajaban y dejaban de posar porque no podían. Parecían naturales», explicó la autora en una entrevista. Cada una de las fotografías mide dos metros de largo y medio de ancho y se fundirán entre ellas gracias a retoques de Photoshop. Para componerlas Newton imaginó múltiples lugares, desde los escenarios olímpicos hasta la catedral de Westminster, y pensó en el tipo de gente que encajarían en ellos.