Una extensa degradación y la escasez cada vez más aguda de recursos de tierras y agua pone en peligro a varios sistemas clave de producción de alimentos en todo el mundo y plantea un profundo desafío a la hora de alimentar a una población mundial que para 2050 habrá llegado a los 9.000 millones de personas. Así lo afirmó hoy en un comunicado la Organización de Alimentación y Agricultura de Naciones Unidas (FAO).
Agregó que “el estado de los recursos de tierras y aguas del mundo para la alimentación y la agricultura señala que si en los últimos 50 años se verificó un aumento en la producción de alimentos, en muchos lugares, los logros se han asociado a prácticas de gestión que han degradado las tierras y los sistemas hídricos de los que depende la producción de alimentos».
Hoy en día -prosiguió el informe- muchos de esos sistemas corren el riesgo de pérdida progresiva de su capacidad productiva por una mezcla de excesiva presión demográfica y prácticas y usos agrícolas insostenibles.