La banda británica Take That se vio obligada a suspender su concierto en el estadio de fútbol de Copenhague, Dinamarca a causa de una intoxicación alimenticia de su líder y superestrella Robbie Williams.
«Fue una decisión horrible que nos dolió mucho», informa la banda hoy, en su página de internet, respecto a la cancelación de su concierto, en el cual se esperaba a mas de 45.000 seguidores.
Según parece, Williams comió algún alimento en mal estado el y se levantó sintiéndose mal. Lo que decidió a la banda a cancelar la actuación. «No habría sido correcto tratar de actuar sin él», escribe la banda, sin aclarar si tendrá lugar su proximo concierto previsto en Amsterdam.