Lindsay Lohan tiene una preocupación legal menos, después de que los fiscales anunciaron el martes que no buscarán fincarle cargos por un altercado ocurrido en diciembre con la trabajadora de un centro de rehabilitación para adictos. El vocero del fiscal dijo que la parte acusadora determinó que no había evidencias suficientes para sustentar las acusaciones de agresión no agravada que se imputarían a la actriz.
La policía recibió una llamada telefónica de una instalación del Centro Betty Ford en Palm Desert aproximadamente a la 1 a.m. del 12 de diciembre después de que una trabajadora acusó a Lohan de haberla herido durante un altercado.
La empleada habló después sobre el incidente en entrevista con TMZ —sitio en internet especializado en noticias sobre espectáculo y celebridades_, y fue despedida por violar los reglamentos sobre confidencialidad de los pacientes.