Las pruebas toxicológicas indican que no había sustancias ilegales en el cuerpo de la cantante británica Amy Winehouse cuando murió el mes pasado a los 27 años, según indicó el martes su portavoz. En un comunicado, el portavoz añadió que había alcohol presente en su sangre, pero que no se había podido determinar si había jugado un papel en su muerte.
«Los resultados toxicológicos entregados a la familia Winehouse por las autoridades han confirmado que no había sustancias ilegales en el sistema de Amy en el momento de su muerte», indicó el comunicado.»Los resultados indican que había alcohol, pero no puede determinarse aún si jugó un papel en su muerte», añadió.
El texto indicó que la familia de Winehouse está esperando la conclusión de una investigación sobre la muerte de la cantante de «Rehab». La investigación se abrió en julio y tiene previsto reanudarse en Londres el 26 de octubre.