El angelical Justin Bieber, que presentó justo ayer su documental «Never Say Never» en Madrid horas antes de su esperado concierto, sacó su lado menos amable con los reporteros gráficos de la prensa española, frente a los que pasó de largo y tapándose la cara con una capucha.
Después de las protestas de los fotógrafos, que esperaron más de media hora a que apareciera la pequeña gran estrella de la canción, Justin Bieber, de 17 años, incrementó más sus ademanes de divo y les «castigó» no posando para fotos y accediendo directamente a la rueda de prensa.
En esta comparecencia, celebrada en el Palacio de los Deportes de Madrid, donde esa noche ofrecería su actuación, Bieber insistió, como en el documental que estrena el 15 de abril, en que tiene «los pies sobre el suelo» y «la cabeza sobre los hombros», aunque esto último pudo comprobarse a duras penas, pues en ningún momento se quitó la capucha de su sudadera gris.