El cortometraje «Porque hay cosas que nunca se olvidan», del director español nacido en Buenos Aires Lucas Figueroa, ha entrado en el libro Guinness de los récords como el más premiado de la historia, al recibir casi 300 premios en distintos festivales.
Trece minutos han bastado a Figueroa, de padres españoles pero con marcado acento argentino, para desarrollar una historia de terror y humor de producción cien por cien española que recibirá este reconocimiento el próximo 21 de enero en la sede de la Academia de Cine española, en Madrid.
Ha necesitado más de dos años de recorrido festivalero para acumular tantos premios. «Casi 300, como la película parodia», bromea el también director de «Boletos por favor» y «Con que 24». Su apuesta: «El humor negro, es lo más universal que hay. Por eso yo creo que el gancho ha sido mayor en todo el mundo». Su historia para este hiperpremiado corto es la de cuatro niños que «juegan al fútbol y el balón se cae en la casa de la vieja mala», explica, que les retiene el balón para que no jueguen más. «La venganza será terrible», promete Figueroa.