Aquí les presento el porqué y como se le puede decir a un niño que NO sin que se caiga el mundo.
Comunicación. Uno de los grandes errores que cometen los padres es no hablarles a los hijos del dinero. Mientras más se les explique (conforme a su edad, claro), que es el dinero, de donde viene, como se administra, que es un presupuesto, porque no se puede tener todo de golpe al mismo tiempo, etc.
Ejemplo 1: Yo te llevo al colegio y de allí voy al trabajo. ¿Sabes dónde trabajo? ¿Sabes dónde trabaja papi? Pues papá y yo vamos al trabajo para que nos paguen y nosotros pagar el colegio, la comida, la casa, y si hasta las vacaciones.
Ejemplo 2: Las vacaciones llegan después de nosotros ahorrar. ¿AHORRAR? Si eso es cuando nosotros ponemos dinero en una cuenta especial (puedes plantear que % de acuerdo a la edad) que usamos para esas vacaciones soñadas – Disney, Crucero o la Playa.
Más fácil le será al padre explicarle en un momento de berrinche o necedad el porqué no se puede comprar X cosa. ¡El conocimiento es poder!
Los Límites son nuestros Aliados. Un niño de forma natural NECESITA límites pues le dan seguridad.
Si están en el cine y el niño quiere, palomitas, y luego chocolate, luego un refresco y luego…
Firmemente hay que decirle cual es el límite y porqué (Es importantísimo que los mismos se establezcan ANTES de entrar en el cine.) Si el padre es firme y no se doblega ante el posible chantaje, el niño lo tomará bien, aunque no sea de forma inmediata. Es importante tomar en consideración que el niño o la niña GRITARA a puro pulmón por lo que quiere. Establecer TU POSICION como padre o madre es ACEPTAR que gritará sin que tu pierdas la paciencia. TOMA PRACTICA, lo sé, pero FUNCIONA.
No siempre digas que no. Los padres quieren que sus hijos tengan lo que no tuvieron y LUEGO se dan cuenta que se fueron por la borda y quieren reformularse con el NO a pedir de boca. A veces eso funciona en contra tanto de los hijos como de los propios padres. ¡ELIGE tus BATALLAS! Ser demasiado estricto genera rebeldía por parte de los niños y eso a su vez los lleva a entrar en una lucha de poder contigo.
Mira cuando puedes decir que si, SIN QUE TE LO PIDAN, de esa forma generas la oportunidad de cambiar la conducta de ¨pedilón profesional” que tu hijo o hija a generado para sí.
Negocia y establece acuerdos. Los niños les encantan entrar en negociaciones con los padres – un helado, chocolates, salidas al cine o tenis nuevos.
NEGOCIA – vamos a ir a comer helado dos viernes al mes. ¡SI, MAMI, SI! Primera semana BIEN – segunda semana: “Mamí, vamos a comer helado.” En ese momento aprovechas y le recuerdas el acuerdo que habían hecho. ELLOS NO QUERRÁN OIRTE, pero es el momento de enseñarles (estás en tu casa, si gritan, no te apenará como en otras circunstancias) a respetar los acuerdos.
Un acuerdo es un acuerdo y debemos respetarlo tanto los pequeños como nosotros los adultos.