Confusión, contradicción e incertidumbre es el ambiente que predomina entre moradores del sector Domingo Savio, integrado por La Ciénaga y Los Guandules, luego del anuncio de que el gobierno no construirá viviendas en el lugar por la vulnerabilidad del terreno.
Desde que se anunció el proyecto que beneficiaría a unas 43,000 personas, en febrero de 2017, el proceso marchaba en armonía. Las 15 juntas de vecinos de La Ciénaga y las de los Guandules colaboraban con la Unidad para la Readecuación de La Barquita y Entorno (URBE), pero desde el pasado viernes la preocupación predomina entre moradores de ambos barrios. Como manifestación del descontento, ocho de las 15 juntas de vecinos de La Ciénaga llamaron a una movilización a lo interno del sector para llamar la atención de las autoridades porque dicen que los han dejado desamparados.
Sabel Montilla, coordinador del Consejo de Desarrollo Barrial de La Ciénaga dijo que en lo inmediato lo que quieren es que la gente de URBE se sienta a dialogar con ellos para que se reformule el proyecto porque lo quieren, pero sobre la base de la justicia, de lo contrario llevarían el caso hasta las últimas consecuencias. “Cada munícipe tiene una preocupación, ellos se acercan a sus voceros inmediato y preguntan qué es lo que va a pasar. Nosotros estamos en espera de que URBE nos dé una respuesta más clara de qué es lo que va a suceder realmente y no estar dando informaciones que lo que llevan es intranquilidad a la gente”, dijo.
Continuó hoy el paro de enfermeras en el hospital regional universitario Jaime Mota, en demanda de que el presidente Danilo Medina preste atención a más de 40 empleados contratados que fueron cancelados de ese centro médico
El paro, que inició ayer, no solo afecta a pacientes de Barahona, sino también, de las provincias de Pedernales, Independencia y Bahoruco. Con pancartas en manos y a ritmo de consignas, decenas de enfermaras realizaron una marcha desde el referido centro hospitalario, que brinda servicios a la región Enriquillo, hasta la oficina principal del Ministerio de Salud Pública, con sede en esta ciudad, en la avenida Casandra Damirón.
María Esther Peguero, quien sirvió de vocera, manifestó que el paro de laboras en su primera etapa es por 24 horas pero que no descartan ampliarlo hasta recibir una repuesta del Servicio Nacional de Salud (SNS) y Salud Pública. Peguero, quien tiene varios años en el servicio, indicó además que este tipo de cancelaciones, no solo debe llamar la atención del presidente Medina, sino también, del director del Servicio de Salud, Nelson Rodríguez Monegro y la ministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino, porque a su juicio son más de 40 familias directas que resultan afectadas con esos despidos.
La aprobación a la empresa Uber para la incursión de motocicletas de las denominadas Margaritas, ha encontrado el rechazado de la federación de motoconchistas.
En la mañana del martes, los motoconchistas, encabezado por su presidente Danny Minaya, desfilaron hasta la oficina de Uber en el sector Los Jardines Metropolitanos, para protestar por la puesta en funcionamiento de dichas unidades que serán utilizadas para el transporte de niños en las escuelas. Los manifestantes amenazaron con quemar “Las Margaritas” que salgan a ofrecer dicho servicio. Mientras Danny Minaya se desplazaba a pies junto a otros dirigentes, los motoconchistas lo hacían en sus motores, causando taponamiento en la avenida Estrella Sadhalá donde funciona el local de la federación. Para impedir el caos en el tránsito, fueron apostados agentes policiales y de la Autoridad metropolitana de Transporte AMET.
Cinco familias están “presas” en sus propios hogares en el sector Gualey de esta capital, desde que hace tres meses la alcantarilla ubicada en la calle número 18 del referido sector está obstruida, provocando que una gran cantidad de aguas residuales esté acumulada frente a sus hogares, impidiéndoles salir de sus viviendas.
Los reportes a la unidad de Alcantarillado de la Alcaldía del Distrito Nacional han sido muchos, pero la solución del problema solo se queda en que irán al lugar, mientras las enfermedades, mal olor y plaga de mosquitos aumentan. Katia Polanco, quien es una de las afectadas, explicó que tiene más de un mes haciendo los reportes y todos los días le dicen que irán a solucionar el problema, sin que la promesa se haya hecho realidad.