El 54 por ciento del agua potable que suministra la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) se pierde debido a las malas condiciones de las redes, plantas de tratamiento, deficiencia en el sistema de bombeo y la falta de conciencia en la población. Ante ese panorama el director de la CAASD, arquitecto Alejandro Montás, dijo que tienen que mantener un mantenimiento adecuado y oportuno de las tomas, las plantas de tratamiento, el sistema de bombeo y la red de distribución, “pero se necesitan para ello 100 millones de dólares para adecuar el sistema”. Estima que para evitar que la población desperdicie el agua potable, es necesario que pague por el servicio, “no incrementándoles el precio sino que pague por el consumo”.
Explicó que el agua que se sirve a la población cuesta seis pesos el metro cúbico, el consumo de la medida mundial es de 200 litros por día, y a partir de esa cantidad se debe cobrar tres pesos más por metro cúbico, que vendría a controlar el dispendio de agua. Montás planteó que para evitar desperdicio del agua potable se deben instalar 500 mil nuevos medidores en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, sin incluir los 200 mil que instala el sector privado y 75 mil que ya existen.